Sector inmobiliario firme, a pesar de vaivenes políticos y económicos
Por Oswaldo Ceballos Fornaguera
“A pesar de que las políticas públicas controvertidas y los convulsos tiempos actuales pueden llegar a afectar la economía en sus diferentes esferas, por fortuna en nuestro país no ha habido un impacto negativo en el sector inmobiliario”, expresó José Alfredo Domingo Hernández, empresario dedicado al desarrollo de complejos de vivienda con amplia experiencia en el ramo.
Tras abundar que los rasgos de la economía mexicana se mantienen sólidos y sobre todo que el sistema bancario en el país ha permitido soportar vaivenes como los inicialmente enumerados, Domingo Hernández añadió que el peso, como divisa, se sigue comportando estable frente al dólar; de ahí que cualquier eventualidad inflacionaria no repercute en el sector inmobiliario, el cual, recalcó, se ha comportado firme y sigue siendo una excelente opción no sólo para los inversionistas, sino para cualquier familia que planee adquirir una vivienda para su uso y disfrute.
Y es que, en el contexto de la crisis sanitaria que a nivel global ocasionó el virus del Covid-19, se despertó en el mundo una tendencia de la cual México no fue ajeno: la búsqueda de viviendas en sitios rurales o pequeñas ciudades, por encima de las grandes urbes como anteriormente se estilaba. Ante ello, los desarrolladores de vivienda voltearon sus ojos hacia esas ciudades de poca población; pero de condiciones adecuadas para albergar viviendas, fraccionamientos y modelos inmobiliarios integrales que satisfacen la nueva necesidad originada por la coyuntura de la pandemia. “Se trata de sitios de mayor contacto con la naturaleza, más cómodos y con la tranquilidad de estar alejados de un núcleo urbano de gran agitación, pero disponiendo de todos los servicios”, clarificó el empresario originario de Misantla, Veracruz, titular de Ideal de Hogares Mexicanos.
“Fue ante la urgencia de laborar desde casa, que la gente descubrió esa nueva necesidad de disponer de un lugar para hacerlo con comodidad, de una casa donde ya no sólo se vive sino que también se trabaja en ella; y en ese contexto es que nosotros como inmobiliarios tuvimos que ofrecer los productos requeridos para esta nueva demanda”, finalizó José Alfredo Domingo Hernández, tras estimar que el mercado es tan dinámico, que quien no se adecue a los requerimientos actuales, simplemente no podrá permanecer a la altura de lo que el sector requiere.