- Denuncian la serie de irregularidades que ahí existen.
Por Oswaldo Ceballos
Graves señalamientos ocurren en torno al albergue Medio Camino ubicado en la calle Leona Vicario entre Úrsulo Galván y Allende en pleno Centro de Xalapa, Veracruz el cual pertenece al Sistema DIF Estatal.
La desatención y malos tratos son de los principales problemas que allí ocurren y a través de una carta anónima desde el interior del recinto enviada a este reportero, explican la serie de irregularidades que allí pasan desde hace tiempo y continúan a día de hoy.
“Queremos hacer uso de la voz y decir cosas que pasan en el albergue de Medio Camino donde siguen pasando las omisiones por la Administradora Martha Liliana Méndez Flores quien ahorita anda en México paseando y el albergue cayéndose de mugre, las menores llevan días sin bañarse, se ponen la misma ropa aún estando en su periodo y llenas de piojos ya que llevan días sin agua”.
“Están vulnerando los derechos de varias niñas y no es justo”.
Señalan que el personal de la cocina no sabe ya qué hacer ante el descuido y abandono en el que se encuentra el albergue pues esa área está infestada de los llamados “chopepes”, el cual es un insecto invasor también conocido como carpiota o cucaracha alemana.
Además, hay que agregarle la falta de agua.
“Se les escapan las niñas ya que se sienten incomodadas por esta licenciada y para colmo tienen internada una en el hospital sin nadie que la cuide porque la doctora prefiere estar en su consultorio sin hacer nada que hacer su trabajo”.
Señalan también a las asistentes quienes “no le ponen atención a las menores porque tienen a sus consentidas y todo esto nos llega porque las mismas niñas se conectan con otras que ya estuvieron ahí por sus redes sociales para que las ayuden a salirse ya que el ambiente es muy pesado. Y dicen ya no querer estar ahí, queja tras queja pero nadie hace nada”.
A todo esto, hay que agregar que una de las menores no está de acuerdo “con que le pidan de su dinero para comprar alimento para una perrita que tienen ahí y que es muy agresiva y muerde a todos, le tenemos miedo, ya bastante tenemos con comprar nuestros materiales de la escuela como para todavía nos hagan pagar más cosas del albergue ya no sabemos si estamos aquí para que nos apoyen o para que nos quiten”.
Es decir, que las están obligando a salir a trabajar y pagar sus propias cosas “cuando se supone que el DIF nos apoya”.
A pregunta de este reportero si esta denuncia sería anónima, la respuesta fue contundente y muy preocupante: “Sí, debe ser anónima, no quiero que se enteren que fui yo y me peguen. Por favor”.
Y continúa su relato: “Somos adolescentes pero nos obligan a hacer cosas que no queremos mientras que la encargada está de viaje en México disfrutando de lo que le dan para el albergue”.
En cuanto a los pagos que les obligan hacer, se refieren a que ellas van a realizar “trabajos que ellos nos consiguen en el Callejón del Diamante y todo mi dinero se lo queda la Licenciada, porque cuando me pagan la lic me obliga a dárselo. Allí en el Callejón vendemos pipas, cigarros electrónicos y cosas así”.
Señala que actualmente hay 19 mujeres, entre adolescentes y niñas que antes había 20 pero una se acaba de escapar porque ya no soportó estar en ese lugar.
“Aquí, nos empujan o nos pellizcan, nos ofende el personal de oficina, el del IPAX nos somete”.
Cabe señalar que no todas están huérfanas sino que algunas sí tienen familia pero afirma que a pesar de ello, “no las dejan irse”. Están de forma permanente.
“Ya no podemos soportar más, nosotras pagamos todo, estudios, comida de un perro que nos muerde”.
Esta denuncia viene de la mano con el temor de las chicas de que el personal que se señala busque vengarse porque estas situaciones se hagan públicas. No es la primera vez que se habla sobre esto, hay varias notas informativas desde hace meses que se exhiben los malos tratos hacía las menores, las pésimas condiciones en que se encuentra el albergue, que insisto, está en pleno centro de la capital del estado ¿cómo estarán los más alejados?
Como sociedad, debe exigirse que esto se detenga, que haya un trato humano para las adolescentes y niñas que allí se encuentran que las autoridades pongan atención e investiguen los hechos que se señalan para descartar o tomar las cartas del asunto.
Esto no debe continuar.