Columna: Juego Peligroso
Por Oswaldo Ceballos
La afición mexicana es una de las más fieles y aguantadoras que hay en el fútbol, si hablamos de una comparativa resultados/apoyo no hay manera de echarle en cara algo a los fanáticos.
Pero si en un solo partido, uno solo, luego de ganar a duras penas en Surinam y venir a empatar en el propio Azteca contra Jamaica, se les ocurre a los aficionados abuchear a la selección, uy no, los lamesuelas comentaristas pegan el grito en el cielo (es entendible, es su trabajo defender), y los jugadores se sienten ultrajados por tan “severa” reacción.
A la selección de fútbol ya se le aguantó demasiado, vienen del peor mundial en casi 50 años, vienen de jugar no feo sino lo que le sigue, vienen de dar lástima contra equipos como Surinam y Jamaica ¿Qué quieren? ¿aplausos?
Estos quieren que se les aplauda y se les apoye en todo momento, creen que aún existe el estereotipo del clásico aficionado y no, los tiempos cambian todo y ahora la afición exige y exige más.
Estos quieren salir a caminar en la cancha, fallar frente a la portería, meter autogoles, jugar agrandados, ser mediocres y luego salir a cobrar sus millones.
Dicen los porristas como Francisco Gabriel de Anda que el Azteca ya no pesa, pero de qué te va a servir un estadio que sea una caldera si en el rectángulo tienes a 11 que juegan a nada.
Y ahora resulta que critican a los aficionados encabronados por el paupérrimo juego de México, mucho han aguantado los seguidores de este país para tan pobres resultados.
Hay maneras de protestar y el abucheo es uno de los más aceptables para demostrar la inconformidad y hasta ahí, nada de aventar cosas a la cancha o a los jugadores y técnicos, eso no se debe hacer.
Porque realmente molesta escuchar a los jugadores que en cada entrevista siempre, siempre dicen que “seguimos trabajando” y ahí se la llevan.
Así que por favor, menos delicadezas y más fútbol que en cuanto den resultados, la gente no dejará de pagar las entradas, de comprar camisetas y por lo tanto: DE ALIMENTARLOS.