Por Oswaldo Ceballos

Jeffrey Lionel Dahmer nació el 21 de mayo de 1960 en Milwaukee, Wisconsin es uno de los asesinos seriales más famosos de la historia, ha sido conocido como El Caníbal de MilwaukeeEl Carnicero malvado de Milwaukee o El Monstruo de Milwaukee.

Es responsable de la muerte de al menos 17 adultos y niños varones durante 1978 a 1991. Practicaba la necrofilia y el canibalismo.

Sus padres fueron Lionel Herbert Dahmer, químico de profesión, y Joyce Anette Flint, una instructora en el uso de teletipos.

Hay rumores que argumentan que su madre tomaba antidepresivos y medicamentos en exceso durante su embarazo; ella padecía de trastornos mentales, incluso estuvo en un hospital psiquiátrico. Durante su matrimonio, sus padres discutían constante y agresivamente. El trabajo de su padre obligaba a la familia a mudarse con frecuenta.

Tras varios cambios de domicilio, en 1967 la familia compró una casa en Bath, Ohio, donde Jeffrey pasó el resto de su infancia y adolescencia. Cuando iba de pesca con su padre, le gustaba abrir en canal a los peces y ver cómo morían. Con 10 años Dahmer caminaba en la carretera para buscar animales arrollados, los llevaba al patio y los abría para ver qué había dentro. Tenía en formol varios tipos de insectos.

En su infancia, Dahmer empezó a ser más introvertido, trabajó en el periódico escolar y jugaba al tenis, sus compañeros lo consideraban como un adolescente raro, extravagante y con problemas de alcoholismo temprano.

Dahmer asesinó por primera vez en 1978, apenas se había graduado del instituto y en una autopista recogió a Steven Hicks, lo llevó a su casa, cuando su víctima intentó retirarse, fue golpeado con una mancuerna y lo estranguló hasta matarlo.

Ya con 18 años, años sus padres se habían divorciado y su padre se volvió a casar meses más tarde, este nuevo matrimonio convenció a Jeffrey de ingresar a la universidad y en el otoño de 1978 entró a la Universidad de Ohio State pero debido a los problemas con el alcohol la abandonó seis meses después.

Así, su padre le pidió entrar al ejército y por ello fue enviado a Alemania donde estuvo hasta 1981 al darlo de baja otra vez por problemas con el alcohol. Vivió en Florida un tiempo y regresó a su casa en Ohio.

Siguieron los problemas con el alcoholismo y fue enviado a Wisconsin con su abuela, no pudo sostener un trabajo mientras bebía en exceso, fue arrestado varias veces por diversos delitos del orden menor.

En noviembre de 1987 volvió a matar, ahora a Steven Tuomi, a partir de ahí empezó a buscar con mayor frecuencia víctimas, para 1991 ya contabilizaba a 17 hombres y niños.

Según su confesión, la lista de víctimas es:

Ricky Bees, 33 años

José Bradehoft, 25 años

Jaime Doxtator, 14 años

Ricardo Guerrero, 25 años

Antonio Hughes, 31 años

Oliver Lacy, 23 años

Errol Lindsey, 19 años

Ernest Miller, 22 años

Antonio Sears, 26 años

Konerak Sintasófono, 14 años

Edward W. Smith, 28 años

Curtis Straighter, 18 años

David C. Thomas, 23 años

Matt Turner, 20 años

Jeremy Weinberger, 23 años

Su modo de operación era recoger a sus víctimas en bares gay, en centros comerciales y paradas de autobús, atraía a estas personas con la promesa de darles dinero o sexo.

Les daba alcohol mezclado con drogas y empezaba a matarlos, luego de quitarles la vida sostenía relaciones sexuales con sus cuerpos y los desmembraba, a veces conservaba partes de los cuerpos como cráneos o genitales como trofeos. A los cráneos los blanqueaba y barnizaba.

Los huesos los desechaba en bidones. Dahmer tomaba fotos durante el proceso de sus asesinatos.

Sus aberrantes actos caníbales consistían en sentir placer sexual devorando los cerebros de algunas de las víctimas, decía que al comerlos esa persona se convertía en una parte de él para siempre.

El paso criminal de Jeffrey terminó cuando en julio de 1991 se acercó a tres hombres y les propuso darles dinero si posaban desnudos en una sesión de fotos, solo uno de ellos accedió: Tracy Edwars.

Llegaron a la casa de Dahmer, el asesino esposó a Edwards y le puso un cuchillo en el pecho al mismo tiempo que le decía: “Voy a comerme tu corazón”.

Tracy logró golpearlo y escapar de su captor, corrió por la puerta principal para salir a la calle cuando vio a dos policías de Milwaukee a quienes llevó al departamento.

Al revisar la casa, sacaron de un cajón una serie de fotografías polaroid con imágenes de cuerpos humanos en diferentes etapas de desmembramiento. Dahmer intentó huir, pero fue arrestado, durante sus confesiones detalló que había matado a 17 personas.

Fue acusado de 15 cargos de homicidio intencional en primer grado en Wisconsin.

En septiembre de 1991 se declaró inocente a causa de una enfermedad mental y luego lo cambió a culpable pero demente en enero de 1992.

A Dahmer se le diagnosticó finalmente un trastorno esquizotípico de la personalidad, un trastorno psicótico y un trastorno límite de la personalidad, pero se le consideró legalmente cuerdo para afrontar el juicio. Fue condenado por 16 de los asesinatos y sentenciado a 16 cadenas perpetuas en prisión.

Cabe señalar que 10 de las 17 víctimas eran varones de color y Dahmer confesó que se trataba de elegirlos así por preferencia sexual.

Era la mañana del 28 de noviembre de 1994 en el Instituto Correccional de Columbia en Wisconsin cuando Dahmer fue asignado a realizar trabajos con otros dos reclusos en el gimnasio, Jesse Anderson y Christopher Scarver, el primero tenía cadena perpetua por matar a su esposa y Scarver por haber matado a su exjefe.

Allí, Scarver quitó una barra de metal de 20 pulgadas de la sala de pesas, fue al baño y golpeó en la cabeza a Dahmer en dos ocasiones, luego agredió con la misma arma a Anderson que estaba en una habitación separada.

Jeffry fue declarado muerto una hora después de llegar al hospital y Anderson murió dos días después tras retirarle el soporte vital.

Scarver dijo que le guardaba rencor a Dahmer por lo que había cometido y porque Jeffry no tenía remordimiento de sus crímenes.

Señaló que Jeffrey Dahmer hacía bromas durante la comida usando salsa de tomate y formaba extremidades falsas colocándolas en varios puntos de la prisión.

Insinuó que los funcionarios de la prisión podrían haberlo colocado en el mismo lugar de Dahmer a propósito y a solas, sospecha que hubo personas de alto rango que querían que sucediera el encuentro contra Jeffry.

Scarver sigue en prisión y publicó la novela titulada «Semilla de Dios: Poesía de Christopher J. Scarver».

Jeffrey Dahmer fue incinerado y entregadas las cenizas a sus padres, tenía 34 años.

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